jueves, 27 de mayo de 2010

RÍO JERTE


Río Jerte tú que pasas
por la ciudad de Plasencia,
que la arrullas y la embrujas,
las noches de luna llena.
Dicen que han visto a la luna
sobre tus aguas inquieta,
mientras que la ciudad duerme
ella te mira y te besa,
mirándote fijamente
como una novia discreta,
celosa de esa muralla
que en tus aguas se refleja.
Hasta llegar a Plasencia
riegas los pueblos del Valle
dándole como el río Nilo
todos los fertilizantes,
cuidando el campo extremeño
como lo cuida una madre.
En tus aguas cristalinas
que bajan desde la sierra
vienen envueltas canciones
cantadas por extremeñas,
esas que bajan al río
a contemplar tu belleza,
para jugar con tus aguas
cuando la tierra se vuelca
y arde con fuego latente
ellas en ti se recrean.
Aunque las sombras sean grises
y la atmósfera te envuelva,
tu misterio siempre está
en esta ciudad eterna,
la que a través de los siglos
tú la embrujas y la besas,
lo mismo que a una mujer
que enamorada te espera.
Van tus aguas suavemente
muy tranquilas, sin violencia,
a parar hacía otro río
que las recoge y las lleva
porque el Atlántico tiene
buen cobijo para ellas.
En ti no hay paso del tiempo,
ni olvido, ni desventuras,
las aguas siguen fluyendo
llenas de amor y ternura.

Paquita Sánchez Gómez