TRISTE INFANCIA
Se habla mucho de la infancia: Niños maltratados, niños que trabajan para poder comer, niños traumatizados por la guerra, niños marcados por terribles enfermedades como el SIDA. Todos estos niños tienen una triste infancia.
En España los niños que trabajan ya son muy pocos; los malos tratos y las enfermedades existen en todas partes, ya sean países ricos o pobres.
En los países que están en guerra hay hambre,miseria y muerte. Al vivir sometidos a estas atrocidades, y modo de vida tan lamentable; los niños son los mas perjudicados, y se puede decir que le están robando su infancia.
Cuando vemos en T.V. a niños de seis u ocho años haciendo trabajos de mayores, no podemos creer que en el siglo XXI haya tanta miseria y pobreza; precisamente ahora que se habla tanto de los derechos del niño,y nos preguntamos: ¿Por qué tanta pobreza? ¿Es que sus gobiernos no hacen nada para paliarla?. Criticamos a esos gobiernos que bien merecido lo tienen, estamos seguros que sus gobernantes viven en la opulencia ; y por el contrario el pueblo se muere de hambre, y nos damos cuenta que los niños son los que mas sufren.
En España, al terminar la guerra civil, desde el treinta y nueve al cincuenta pasaba lo mismo. He conocido niños de siete u ocho años trabajando todos los días de sol a sol; sin escolarizar, pasando de por vida a ser personas sin cultura. Estos son muchos de nuestros mayores,le arrebataron parte de su infancia, condenados hacer los peores trabajos; sacrificados por sus padres, y por la sociedad en la que le toco vivir.
Si volvemos la vista al pasado y tenemos un poco de memoria, recordaremos familias con ocho o nueve hijos trabajando todos para poder malvivir. Niños tan pequeños y ya estaban trabajando en la tierra.¡Qué pena que algunos no lo recuerden! ¡No sera que no le interesa recordar tanta miseria y sufrimiento! Muchos de nosotros tenemos que estar eternamente agradecidos a estos hombres, que han trabajado para que podamos vivir mejor.
Ahora nos dedicamos a criticar a otros países, y no pensamos que hace poco tiempo nosotros vivíamos igual que ellos; para que no nos olvidemos voy a contar la historia de un niño llamado Benjamín : Este niño era el tercero de los seis hijos de Niconor y María una familia como tantas de aquella época; ponían los hijos a trabajar cuando no podían ni con la azada, le hacían los zachos que son azadas pequeñas para que pudieran manejarlas.
Todas las mañanas pasaba por mi puerta acompañado de su padre y de sus hermanos mayores que eran poco mas que él; siempre me saludaban y yo a ellos. Benjamín siempre se quedaba para atrás mirando, y con una sonrisa me decía adios con la mano; me daba mucha pena de aquel niño. Su trabajo consistía en primavera poniendo semillas y plantas, quitando hierba y alguna otra cosa de aquella época.
En verano recogía tomate, pimiento, algodón, y todo el fruto de lo que habían sembrado; ya en otoño cuando terminaban tenía que ayudar a recoger la leña y cuidar de los animales; ese niño pasaba el día trabajando, y el poco tiempo que le quedaba lo dedicaba a corretear por las calles. Nunca se preocuparon sus padres de mandarle a la escuela. Todos sus hermanos aprendieron a leer y escribir ya de mayores en clases nocturnas, pero como a él no le gustaba ir a la escuela se quedo sin cultura, y yo diría que sin infancia; porque la infancia que tuvo como otros muchos niños es para olvidar.
Ya es un hombre no muy mayor que hasta los treinta años firmaba con el dedo pulgar o sea con su huella dactilar para su vergüenza, y la de la España tercermundista. Hoy con sus mas de cincuenta años ya sabe leer y escribir aunque no sea muy bien, gracias a una buena persona que se interesó por él.
Pido desde aquí para que todos los niños tengan cultura y una infancia feliz.
