lunes, 11 de febrero de 2013


ALZHEIMER

Se perdieron sus recuerdos
entre los pliegues del tiempo,
un tiempo no definido
que se evaporó al momento.
Recuerdos buenos o malos
que se fueron con la brisa,
a otros rincones inéditos
volando allí muy de prisa.
En aquella residencia
entre sus cuatro paredes,
se ha quedado sola y triste
sin saber donde se mueve.
Se mueve muy torpemente.
sus reflejos son escasos,
ya no sabe donde vive
es evidente su caso.
Esta enfermedad mental
que envuelve a quién la padece,
en las sombras más oscuras
del cerebro donde crece.
No pregunta por sus hijos,
ya no le quedan recuerdos,
es solamente una sombra,
que mira sola, a los cielos.

                     Paquita  Sánchez  Gómez