lunes, 8 de septiembre de 2014

         
Las musas no me acompañan
ni pasean por mi calle,
ellas no vienen a verme
a mi no me quiere nadie.
Al contemplar los luceros
aquella noche estrellada,
vi que las musas huían
al escuchar mi llamada.
Se marchó la inspiración
a vivir a otra galaxia,
entre millones de estrella
escondida en la distancia.
El viento que me susurra
a través de la ventana,
me dice por lo bajito
¡Duerme, que vienen mañana!

              Paquita Sánchez Gómez