martes, 12 de febrero de 2008

EL POBRE


Qué pena me dio aquel pobre
que vagaba por la calle,
iba pidiendo limosna
sin hacerle caso nadie.

La gente pasa de largo
y nadie quiere mirar,
porque la pobreza a veces
puede algunos lastimar.

Es lastima,también pena,
es un caso de conciencia,
y es que al no tener trabajo
terminan en la indigencia.

Sin comida y sin hogar
nadie es capaz de vivir,
demos trabajo a los pobres
y así podrán subsistir.

El pobre quiere trabajo
no necesita limosna,
ayudemos a los pobres
para merecer la gloria.

Nos sentiremos muy bien
si podemos ayudar,
Y ellos se sentirán bien
si ya pueden trabajar.

Ellos estarán muy bien,
y nosotros mucho más,
al no verlos por las calles
sin comida y sin hogar.

Paquita Sánchez Gómez

1 comentario:

Said dijo...

Hablas de la tristeza economica
y eso puede aplicar, a tus inmensas
plegarias... me puedo adaptar.

Pero con esa ilusion, con la que
escribes tu blog deberias de pensar
en la pobreza del corazon.

Que hay de los que caminamos
las calles pidiendo nuestra racion
dos pedazos de tu alma y la mitan de tu corazon.

El alma se regala.

Saludos.